Mucho se habla del Fenómeno del Niño y los efectos que genera en el medio ambiente, sin embargo, todavia existe un enorme desconocimiento sobre su impacto en la agricultura, los ciclos de cosecha, y las variaciones en el rendimiento de algunos cultivos, incrementando el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), «El Niño» es el término originalmente empleado para describir el surgimiento de aguas superficiales anormalmente cálidas en el Pacífico Tropical central y oriental, frente a las costas del norte de Perú, Ecuador y sur de Colombia. A pesar de ser un fenómeno natural, su frecuencia ha experimentado un incremento posiblemente atribuido al cambio climático.
Desde septiembre de 2023, la intensidad de «El Niño» ha persistido en la categoría fuerte, dando lugar a un aumento de la temperatura de +/- 2°C con respecto a los promedios históricos registrados. Esta variación térmica ha dado lugar a consecuencias significativas, incluida la disminución de las precipitaciones, que se sitúan por debajo de los niveles habituales durante la sequía estacional.
Como se mencionó anteriormente, este cambio en los patrones climáticos plantea desafíos sustanciales para la agricultura, sector altamente dependiente de condiciones climáticas. La productividad agrícola se muestra sensible a estas variaciones, las cuales pueden desencadenar problemas sistémicos de mayor envergadura. Entre ellos, la proliferación de plagas y enfermedades, alteraciones en la fertilidad, erosión de los suelos y pérdida de biodiversidad.
Aunado a lo anterior, este fenómeno, tambien puede conllevar consecuencias socioeconómicas, como la disminución del bienestar rural y la migración hacia otras actividades económicas, afectando de manera significativa el abastecimiento de alimentos y la sostenibilidad del sector agrario. La necesidad de implementar estrategias de adaptación y mitigación se convierte en un tema clave en la agenda mundial y de las empresas integrantes de esta cadena. Cada acción orientada a contrarrestar estos desafíos y fomentar la resiliencia en el sector agrícola resulta esencial.
En este titánico escenario, Nitrofert se presenta como un actor destacado que no solo centra su visión en objetivos comerciales, sino que también abarca el compromiso con la sostenibilidad y el valor compartido. A través de la implementación de las mejores prácticas respaldadas por la oferta de fertilizantes y soluciones específicas, convirtiéndose en un aliado estratégico para los agricultores colombianos que buscan enfrentar los impactos del Fenómeno del Niño.
La empresa desempeña un papel activo en la investigación y desarrollo de tecnologías de nutrición vegetal diseñadas para ser aprovechadas de manera eficiente por las plantas, al mismo tiempo que contribuyen a mejorar la salud del suelo y fortalecen la resistencia de los cultivos frente a condiciones climáticas extremas. Asimismo, desde su portafolio de servicios Nitrofert brinda asesoría técnica especializada proporcionando conocimientos y herramientas para que los agricultores ajusten la fertilización de acuerdo con las necesidades específicas de cada cultivo. Este enfoque busca reducir las pérdidas por lixiviación y volatilización, mitigando así los impactos ambientales adversos asociados con estas prácticas.
De igual forma, se ha integrado al Programa de Apoyo a Pequeños productores de café con afectación por el Fenómeno del Niño, una iniciativa liderada por el Ministerio de Agricultura que busca financiar el 30% del valor en la compra de fertilizantes y otros insumos agrícolas y que aplica para la compra en Cooperativas Cafeteras de los departamentos de: Antioquia, Arauca, Bolívar, Cauca, Cesar, Cundinamarca, Guajira, Huila, Magdalena, Nariño, Norte de Santander, Santander, Tolima y Valle del Cauca. (ver más información en https://nitrofert.com.co/programa-caficultores-minagricultura).
Nitrofert hace un llamado a los agricultores y demás actores del sector a colaborar de manera conjunta en la implementación de prácticas y tecnologías que posibiliten anticiparse y adaptarse de manera efectiva a estas cambiantes condiciones climáticas. En Palabras del Presidente Jorge Pacheco: “en estos escenarios, el concepto de “Valor Compartido” surge como un elemento crucial para poder generar las alianzas estratégicas y necesaria entre diversos actores que resultan esenciales para enfrentar los desafíos y consolidar un sector agrícola más resiliente y sostenible, capaz de soportar las exigencias climáticas que se imponen cada vez con mayor ímpetu”.
Nitrofert reafirma su compromiso de ser un catalizador en esta colaboración, contribuyendo con acompañamiento técnico, transferencia de conocimiento, un portafolio de productos innovadores y sostenibles que beneficien a toda la cadena agrícola y a la sociedad en general.